El agua subterránea es a menudo considerada protegida y la fuente perfecta de agua privada. Las fuentes de contaminantes, incluyendo tanques sépticos, tanques de almacenamiento, los fabricantes de residuos peligrosos y los vertederos comúnmente deterioran la calidad de las aguas subterráneas, lo que puede causar enfermedades respiratorias, dolencias estomacales y crónicas como cáncer, problemas del sistema nervioso, trastornos reproductivos y de desarrollo. Los investigadores, los municipios y los reguladores reconocen la vulnerabilidad de las aguas subterráneas y están trabajando en conjunto para desarrollar mejores herramientas de supervisión y gestión.
Pozos de agua subterránea
Vulnerabilidades del suministro de agua subterránea son también evidentes en las regiones donde las condiciones hidrogeológicas permiten un transporte más rápido de los contaminantes a través del perfil del suelo, llegando a los acuíferos subterráneos.
Las condiciones cambiantes que afectan a la salud pública en relación a la calidad del agua subterránea son difíciles de supervisar y controlar por un municipio, dejando a los consumidores privados de agua de pozo en mayor riesgo. Las mejoras en las herramientas para evaluar y predecir el deterioro de las aguas subterráneas son esenciales en la reducción de los brotes futuros y eventos de exposición química.
Opciones de tratamiento
La regla de desinfección del agua subterránea proporciona un medio para evaluar las potenciales fuentes de contaminación del agua subterránea, guiando a los municipios a través de un proceso de relevamiento de impacto sanitario a los suministros de agua potable. En primer lugar, el tratamiento se centra en la protección de los consumidores frente a los contaminantes microbianonos podemos considerar el uso de tratamientos por cloración, desinfección UV, ozonificación. Los contaminantes químicos pueden ser fuentes de contaminación directa o indirecta y pueden ser naturales o introducidos. Los enfoques exitosos de gestión de riesgos pueden incluir la limitación de uso de un suministro hasta que los niveles de contaminantes de forma natural se diluyan o se degradan. En el caso de pozos que tengan alto contenido de hierro y manganeso se recomienda:
Todos los procesos de remediación de aguas subterráneas son costosos. Por lo tanto, los incentivos para evitar que la contaminación se produzca son el enfoque de gestión de riesgos preferido.